Esquiar en España: los platos más típicos según la zona

Viajar con gusto

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Pasar horas y horas bajando las pistas de esquí supone una gran subida de adrenalina para todo esquiador, a la vez que provoca un gran desgaste energético. Pero para ello, las zonas de nieve de toda España nos invitan a recuperar fuerzas con sus platos más típicos.

Pirineo Catalán

En él encontramos la conocida estación de Baqueira, además de Masella o Vall de Núria, entre otros. Sus platos más típicos son: la olla aranesa, sopa elaborada a base de judías, patata, fideos, verduras, gallina, pelota, butifarra negra y huesos que te hace entrar en calor en un santiamén. También el trinxat de la Cerdanya, elaborado a base de patata y col y acompañado a menudo con panceta, o el palpís de cordero, que es una pierna deshuesada. Y todo ello acompañado de los mejores embutidos de la zona.

Pirineo Aragonés

Astún, Candanchú o Panticosa, son algunas de las estaciones de la zona, que ofrece, además, productos de gran calidad con una cocina muy elaborada. Hay platos muy típicos que comenzaron a prepararse por los pastores hace décadas y productos que todavía se elaboran de forma artesanal.

Además del famoso Ternasco de Aragón, podemos encontrar verduras típicas como el cardo; platos con una larga tradición como las Migas a la Pastora, con acompañamiento de longaniza y chorizo; chiretas (faba aragonesa de piel vuelta) o tortetas (rosquillas de manteca de cerdo) y alimentos con un gran sabor como el tomate rosa de Barbastro.

Cordillera Cantábrica

Con estaciones tan conocidas como Leitariegos o Valgrande-Pajares, en esta zona encontramos, a parte de los ya conocidos cachopo y fabada, mucho más. Un ejemplo es el pixín, una especie de rape propio de la zona que se puede elaborar frito, guisado, a la sidra, etc. También es típico el pastel de cabracho, los tortos de maíz, que se elaboran únicamente con harina de maíz, sal y agua, y se presentan fritos en aceite de oliva, o los oricios (erizo de mar), que se consumen tanto crudos como gratinados.

Sistema Ibérico

Los restaurantes del sistema ibérico, con estaciones como Javalambre, Valdelinares o Valdezcaray, ofrecen como parte de su carta habitual chuletones y solomillos de vacuno, cabrito y cordero asado, en caldereta o en ‘cuchifrito’. Son platos reyes en esta zona, en la que en otoño son apreciadísimas las setas de cardo, los níscalos y los boletus edulis que en ella se producen espontáneamente.

Esta es una tierra también de caza y pesca. El jabalí estofado, el solomillo de corzo y la perdiz escabechada son platos muy preciados. Respecto a la pesca, la trucha es el plato más sobresaliente, también escabechada, frita con jamón o en salsa. Y las migas serranas o las judías con embutido de la zona, también son platos muy apetecibles para entrar en calor.

Sistema Central

Con el Puerto de Navacerrada a la cabeza, y otras estaciones como Valdesquí o la Pinilla, entre otras, el sistema central se caracteriza por platos elaborados con carne de vacuno o cordero, como producto estrella, además de carnes de caza y acompañamientos a base de setas y hongos.

Se trata de una cocina muy austera, que combina las carnes asadas al horno de leña y los clásicos guisos con legumbres que se cuecen a fuego lento y tienen un gran sabor.

Sistema Penibético

Con la conocida estación de esquí Sierra Nevada como bandera, el sistema penibético ofrece una cocina con tradición arábigo-andaluza. Conejo al ajillo, choto a la cortijera, perdiz escabechada, faisán con setas o pollo alpujarreño, son algunos de sus platos típicos. Y también son muy conocidas las habas con jamón, la olla de San Antón, el gazpacho andaluz, la tortilla del Sacromonte, las gachas pimentoneras o las migas.

Y en postres, destacan los dulces de los conventos: tartas de gloria, la torta real de Motril, los tocinos de cielo de Guadix, pestiños de Vélez, roscos de Loja, etc.