Receta de galletas de jengibre: cómo hacerlas
Una receta de galletas de jengibre puede cambiar tus navidades y darle un toque especial que todos disfrutaréis. ¡Quédate y descubre cómo hacerlas!
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Las galletas de jengibre son una receta que siempre triunfa, especialmente en Navidad. Quizá por ello no es raro que ya te estés planteando cómo hacer galletas de jengibre en casa y disfrutarlas con tu familia o amistades en estas fechas que se acercan y que apetece tanto compartir. Hacer galletas de jengibre es bastante sencillo, pero ¿sabes de dónde proceden y por qué se han hecho tan populares?
En realidad, las galletas de jengibre tienen su origen en el norte de Europa. Las casitas de jengibre (una variedad de estos dulces con forma, evidentemente, de casa) se asocian con la Alemania del siglo XVI. Cuenta la historia, de hecho, que fueron las galletas de jengibre las que inspiraron a los hermanos Grimm a escribir el conocidísimo cuento de Hansel y Gretel.
Hoy en día son tan populares como queridas en todo el mundo. La reina Isabel II de Inglaterra, sin ir más lejos, es una fiel devota de estas galletas (algunos, incluso, dicen que son sus favoritas). Tanto es así que se ha extendido el rumor de que las ofrece a sus invitados en sus famosas fiestas de té en el Palacio de Buckingham. Y es normal que sea así, porque lo cierto es que están deliciosas.
Hacer galletas de jengibre en casa no tiene ningún misterio. Necesitarás los siguientes ingredientes. ¡Apunta!
- 260 g de harina
- 150 g de mantequilla
- 100 g azúcar moreno
- 100 ml de leche
- 5 g de bicarbonato
- 1 cucharadita de canela en polvo
- 1 cucharadita de jengibre en polvo
- 1 huevo
- Sal
Comencemos con nuestra receta de galletas de jengibre y canela.
- Lo primero que tenemos que hacer es mezclar en un bol la harina tamizada, el azúcar moreno, el bicarbonato, el jengibre, la canela y una pizca de sal.
- A continuación, batimos el huevo y lo agregamos a la mezcla.
- Después, hacemos lo mismo con la mantequilla, que debe estar a temperatura ambiente (es decir, blanda y cremosa, pero no derretida). Lo mezclamos todo hasta tener una masa homogénea.
- Amasamos con las manos. Se recomienda hacer una bola con la masa, cubrirla con papel film y dejarla reposar en el frigorífico por lo menos una hora.
- Después, tendremos que colocar un poco de harina en una superficie lisa y poner la masa encima y amasar, para lo que necesitaremos un rodillo para que nos sea más fácil la labor. La tendremos que amasar hasta que tenga, por lo menos, medio centímetro de espesor.
- Una vez tenemos la masa lista, solo nos faltará el paso más divertido: ¡pensar en qué formas queremos! Para ello, lo normal es que contemos con moldes con motivos navideños. Hay muchísimos: de hombre de jengibre (el clásico), de casitas, de árboles de Navidad, estrellas…
- A continuación, cuando ya hayamos hecho las formas sobre la masa, las metemos en el horno, que habremos precalentado a 180ºC, y esperamos durante unos 15-20 minutos hasta que estén listas. Ten en cuenta que, dependiendo del grosor, tardarán más o menos en hacerse.
Y si nos lo habíamos pasado bien con las formas, ¡ahora llega el momento de decorarlas! Tendremos que dejar primero que se enfríen para que se queden crujientes y después ya podremos comenzar a ponerlas bonitas. Podemos utilizar glaseado para galletas, colorante alimentario, chocolate… ¡Hay muchas opciones!
Prepara también galletas de jengibre sanas
Si pensabas que solo se podía disfrutar de estas galletas con la receta anterior, ¡te equivocas! También podemos hacer galletas de jengibre sanas o más saludables alterando ligeramente los ingredientes. Para ello, tendremos que utilizar harina de espelta integral, aceite de coco en lugar de mantequilla, azúcar de coco en lugar de azúcar moreno y, en el caso de no poder usar huevos, optar por la leche vegetal, que es otra opción. Por lo que respecta a los pasos, son prácticamente los mismos con estos otros elementos.
Ya no tienes ni una sola excusa para no probar a hacer galletas de jengibre este invierno y darle un toque tan navideño como delicioso a tus desayunos, meriendas o antojos. ¡Que las disfrutes!