Mermelada de ciruela: cómo hacerla

Descubre cómo hacer mermelada de ciruela y aprende a preparar esta deliciosa receta elaborada con fruta de temporada. 

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Mermelada de ciruela: cómo hacerla


La ciruela es una fruta muy sabrosa y refrescante. La encontramos en su punto óptimo en los meses de junio a septiembre, lo que la hace una de las frutas del verano. 

Es un fruto muy rico en vitaminas C y A, y en agua (83%), de ahí que sea tan refrescante. Además, aporta potasio, calcio, magnesio, fósforo y hierro, y apenas contiene grasa ni proteínas. Esta composición nutricional, convierte a la ciruela en un alimento energético, depurativo, tonificante y ligero, capaz de estimular el sistema nervioso. 

Rojas, amarillas, verdes, moradas, negras… las ciruelas son una fruta con un sabor entre ácido y dulce. Así, en función de la variedad, cambia el sabor: las rojas más dulces, las amarillas con más jugo y las Claudia destacan por su aroma dulce.

Estas características convierten a la ciruela en una fruta muy recurrente en la cocina, tanto en platos salados, como en postres o mermeladas.

Cómo hacer mermelada de ciruela

Cuando llega la época estival y empieza a abundar la ciruela en el mercado, qué mejor que hacer tu propia mermelada casera para acompañar a tus desayunos. 


Casi todas las mermeladas se elaboran de forma similar, la clave está en añadir la cantidad exacta de azúcar y que el tiempo de cocción sea el adecuado.


Para elaborar nuestra mermelada de ciruelas necesitaremos:


Mermelada de ciruela: cómo hacerla

Ingredientes: 

- 800 g de azúcar

- ½ vaso de agua

-  El zumo de un limón

-  1kg y medio de ciruelas amarillas

Elaboración:

1. En primer lugar, lavamos las ciruelas y retiramos los huesos. Las depositamos en una cazuela, a poder ser, de barro. 

2. Añadimos el agua y cocemos a fuego lento durante 10 minutos. 

3. Transcurrido el tiempo, las retiramos del fuego y las pasamos por el pasapurés. 

4. La pulpa resultante la ponemos de nuevo en la cazuela y añadimos el zumo de limón y el azúcar. Lo cocemos durante 40 minutos a fuego lento, removiendo de vez en cuando con una cuchara de madera. 

5. Finalmente, pasados los 40 minutos, introducimos la mermelada en tarros, los cerramos y los cocemos al baño maría durante 10 minutos, para que hagan el efecto vacío que ayudará a conservarlos durante más tiempo. 

Para enfriar los tarros es preferible ponerlos en agua tibia. Cuando se enfríen, nuestra mermelada estará lista.