Lasaña de verduras: receta al gusto

La lasaña de verduras es uno de esos platos que nunca pasan de moda y con razón: es saludable, permite utilizar distintas verduras y resulta muy fácil de hacer. Si todavía no tienes la receta de lasaña de verduras en tu recetario, seguro que a partir de este artículo no dudarás en incorporarla. 

Lo que hace tan especial a la lasaña, en realidad, es el tipo de pasta utilizada, que consiste en láminas superpuestas que se intercalan en cada capa con ingredientes. Como el resto de pasta, la lasaña es muy versátil, y además de con verduras se puede combinar con carne y salsa boloñesa, por poner un ejemplo. Además, se puede ingerir como primer o segundo plato, o como plato único, ya que también resulta muy completo en este caso.

Te contamos cómo hacerla paso a paso. ¡Toma nota!

Ingredientes 

- 9 láminas de lasaña

- 1 calabacín

- 2 zanahorias

- 4 tomates deshidratados en aceite

- 2 cebolletas

- 10 champiñones

- 1 pimiento rojo

- 700 ml de leche

- 50 g de harina

- 200 ml de salsa de tomate

- 125 g de queso curado de oveja

- aceite de oliva virgen extra

- sal

- 1 cucharadita de tomillo seco

- 1 pizca de nuez moscada

- perejil

Respecto a los pasos, tendremos que hacer lo siguiente:

1.  Primero, calentaremos 6 cucharadas de aceite en una cazuela grande.

2.  A continuación, cortaremos la verdura. Primero, picaremos las cebolletas en daditos y las agregaremos. Haremos lo mismo con las zanahorias, que cortaremos en cuartos de luna finitos y añadiremos también. Después retiraremos el tallo y las semillas del pimiento, lo pelaremos y cortaremos en daditos, y también lo incorporaremos a la cazuela. 

3. Rehogaremos las verduras durante 6-8 minutos.

4. Después le tocará el turno al calabacín y los champiñones. Lavaremos el calabacín, lo cortaremos en medias lunas finas y lo agregaremos. Retiraremos la parte inferior de los champiñones, los enjuagaremos, secaremos, cortaremos por la mitad y los laminaremos para acabar metiéndolos en la cazuela también.

5. Sazonaremos y cocinaremos todo durante 10-12 minutos hasta que esté pochado, y picaremos los tomates deshidratados en aceite y los añadiremos también junto al tomillo. Lo cocinaremos todo durante 6-8 minutos más.

6. Pondremos a calentar una cazuela grande con abundante agua y una pizca de sal. Cuando empiece a hervir, introduciremos las láminas de lasaña de una en una y las coceremos durante el tiempo que indique el paquete. Cuando estén cocidas, las escurriremos para que sequen bien. 

7. La irresistible bechamel merece su propio espacio en esta receta de lasaña de verduras. Para hacerla, pondremos a calentar 2-3 cucharadas de aceite en una cazuela, añadiremos harina y rehogaremos. Después, verteremos leche poco a poco, sin dejar de remover, y cocinaremos la salsa durante 6-8 minutos. A continuación, la sazonaremos y añadiremos un poco de nuez moscada y una cucharadita de perejil picado. Mezclaremos y reservaremos. 

8. En este momento tocará montar la lasaña en una fuente refractaria. Pondremos 3 láminas de lasaña y la mitad de las verduras (no hace falta que la capa sea muy gruesa); otras 3 láminas de lasaña, el resto de las verduras y otra vez 3 láminas de lasaña. Cubriremos con bechamel y verteremos la salsa de tomate formando líneas a lo largo del recipiente. Rallaremos el queso y espolvorearemos toda la superficie de la lasaña.

9. Por último, introduciremos la lasaña en el horno y la gratinaremos hasta que se caliente y se dore el queso. ¿Qué nos quedará después…? Pues solo disfrutarla, por supuesto. 

Por otro lado, la lasaña de verduras en Thermomix tampoco es muy difícil de ejecutar. Únicamente tendremos que adaptar los ingredientes a las velocidades de la máquina y trocearlos con tamaño y tiempos similares al de la receta más tradicional. Acabaremos, de nuevo, colocando todo en una fuente y metiéndola en el horno. 

Variantes a la receta de lasaña de verduras

Si tienes más ganas de experimentar con este plato, debes saber que hay otras variantes de la receta de lasaña de verduras que podemos probar. 

Por ejemplo, la lasaña de calabacín vegetariana. En este caso, el calabacín sustituye las láminas de lasaña y en lugar de salsa boloñesa se utiliza soja texturizada. Para hacer este plato, lo primero que haremos es la salsa de boloñesa con soja, para lo que necesitaremos un sofrito de tomate y laurel. Cortaremos el calabacín en láminas, lo doraremos (para que no quede poco hecho) y haremos la bechamel (que podemos realizar de la misma forma que hemos visto pero con bebida vegetal, si queremos). Montaremos las capas con todos los ingredientes como en el caso de la lasaña de verduras, hornearemos y ¡lista! 

Muy similar es la lasaña de berenjena vegetariana, que incluso podemos hacer vegana para que nadie se quede sin probarla. La berenjena será, en esta receta, la que sustituya a las láminas de pasta. También utilizaremos salsa marinara (hecha con tomate, ajo, cebolla y hierbas, originaria de Italia), queso ricotta vegano de tofu y queso parmesano vegano. Cortaremos láminas de berenjena de 5 milímetros de grosor, les echaremos sal y las dejaremos en un colador para quitar el exceso de agua durante unos 15 minutos. Luego las lavaremos, secaremos y las cocinaremos hasta que se doren. Por último, volveremos a repetir el proceso de poner las láminas y el contenido (los quesos, la salsa, etc.) en un recipiente para horno. 

Otra alternativa a la lasaña de verduras es la lasaña de espinacas. En esta ocasión, necesitaremos espinacas, salsa de tomate, bechamel, mozzarella y queso. Primero escurriremos la mozzarella en un bol sobre un colador. Después, pondremos la cebolla y el ajo en una sartén a fuego medio con un poco de aceite de oliva. Cuando estén un poco pochados, agregaremos las espinacas y las rehogaremos hasta que estén descongeladas o cocidas (dependiendo de si hemos utilizado espinacas frescas o no). Salpimentaremos, agregaremos salsa de tomate y cocinaremos a fuego bajo 10 minutos. Después, cocinaremos las láminas de pasta y haremos capas en un recipiente con el relleno. Agregaremos la mozzarella, la bechamel y el queso y… ¡voilà!

Visto lo visto, solo queda algo por decir: ¡viva la lasaña!