La experiencia es un grado

En este ritmo frenético en el que vivimos las personas mayores son un contrapunto imprescindible en el día a día de muchas familias: aportan experiencia, tiempo y, sobre todo, serenidad. Están siempre cuando más se les necesita (y se les necesita mucho) ¿verdad?

Cada 26 de julio, Santa Ana y San Joaquín, se celebra el Día de los Abuelos. Aunque esta fecha pase más desapercibida que el Día de la Madre o el Día del Padre hay mucho que celebrar y son muchos para hacerlo. De hecho, según el último informe del Instituto de Política Familiar de la UE, una de cada cinco personas en Europa tiene más de 65 años, cerca del 20% de la población total.

Apoyo incondicional en la crianza, refugio sentimental y también, en más situaciones de las deseables, socorrido soporte económico, las personas mayores son una pieza clave en nuestra sociedad que, en ocasiones, no reciben la atención que deberían ¿Cómo fomentar el acercamiento de los pequeños? ¿Cómo aproximarnos como adultos a nuestros mayores?

Escuchar:

• Fomentar el respeto, sean personas mayores conocidas o no.

• Buscar el equilibrio entre la impaciencia infantil y la serenidad de los abuelos, predicando con el ejemplo. Si nos ven conversar con tranquilidad, nos copiarán.

• Atender y esperar a que terminen de expresarse, batallitas incluidas. Un público entregado es sinónimo de felicidad.

Comprender:

• Esforzarse por admitir las pequeñas manías que puedan tener.

• Restar importancia a aquellos errores o descuidos, cuando no sean relevantes.

• Ponerse en su lugar antes de valorar sus acciones. Su gestión del tiempo y de las prioridades es diferente y, no por ello, peor.