Salud de hierro a los 60

Resulta evidente, a la luz de los datos con los que se cuenta actualmente, que nunca es demasiado tarde para ejercitarse en el cuidado del cuerpo y la mente. Hace algunos años ¿quién hubiese pensado que los mayores de 60 estarían dispuestos a realizar ejercicios que no sólo fortalecieran los huesos, sino también aquellos que reforzaran la elasticidad y la movilidad a la vez que protegieran el corazón y el cerebro, favoreciendo el trabajo de la agilidad mental y la memoria?

Hoy comemos

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De cara a las incipientes dolencias propias de la edad, el hecho de adquirir nuevos conocimientos sobre los alimentos permite afrontar de otra forma los ‘achaques’ y descubrir ésta etapa dorada, los 60.

¿PERO QUÉ SE NECESITA?

Los antioxidantes son imprescindibles para combatir los radicales libres, participantes activos de varias de las enfermedades más relevantes. Se trata de productos residuales de las células, que se forman cuando comemos, respiramos, nos movemos, etc. Algunos los eliminamos de forma sistemática como el dióxido de carbono, a través de la respiración, pero otros requieren de la colaboración de los antioxidantes. Podemos encontrarlos en:

• Minerales: selenio y zinc, presentes en el caso del primero en pescado, mariscos y frutos secos y el segundo en carnes, pescado y semillas de calabaza.

• Vitaminas: especialmente la A, que abunda en huevos y quesos, la C en frutas y hortalizas y la E en frutos secos y aceites vegetales.

• Carotenoides: que se personifican en los alimentos anaranjados y rojos como zanahorias, tomates, boniatos o en algunos vegetales verdes como espinacas o brócoli.

• Polifenoles: especialmente abundantes en los frutos rojos como cerezas, moras, granada, grosellas y arándanos y también en el chocolate negro.