Si tú no desconectas, ellos tampoco
‘Los niños hacen lo que ven en casa”. Esta frase las hemos escuchado más de una vez. La infancia es una etapa de maduración, los niños aprenden de sus padres e imitan sus acciones. Sucede en todos los ámbitos de la vida cotidiana y, por supuesto, también en el uso de las nuevas tecnologías. Por ejemplo, si estamos pegados al móvil todo el día, nuestros hijos harán lo mismo. Y, ¿cómo explicarles que no deben hacerlo si lo ven a diario?
Cuidado infantil
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Las nuevas tecnologías son una herramienta más para el aprendizaje de los jóvenes y, por tanto, no utilizarlas de manera adecuada puede ser peligroso. Por ello, es esencial enseñar a nuestros hijos a usar de forma responsable Internet. Pero, ¿cómo lo hacemos? Te damos algunas claves:
• No los dejes solos ante el peligro: navega junto a ellos para que aprendan a utilizar las nuevas tecnologías. Adviérteles sobre los riesgos de Internet y aconséjales sobre el uso de las redes sociales.
• Establece límites: los niños necesitan pautas y horarios para aprender a ser responsables. Por ello, es importante limitar el tiempo que pasan frente a la pantalla. Marca una hora al día para que accedan a la red e intenta que siempre sea la misma. Por ejemplo, después de hacer los deberes. Nunca mientras comen o cuando se van a dormir. En cualquier caso, recuerda que no podemos exigirles cosas que no somos capaces cumplir.
• Cuida su intimidad: los niños no son conscientes de los riesgos que puede suponer subir datos personales e imágenes íntimas a la red, pero sus padres sí. Por eso es importante hablar con ellos y ayudarles con todas sus dudas.
• Controla su actividad: en la red hay información engañosa y es fácil suplantar la identidad. Si somos cercanos, será más fácil acceder a ellos y podremos prevenirles de los riesgos que hay en la red. De todos modos, en los primeros años de edad, se recomienda la instalación de alguna aplicación de control parental para saber a qué páginas acceden.
TÉRMINOS QUE NO CONOCÍAS Y TE PUEDEN AYUDAR
• Ciberbullying: el acoso escolar también se produce en Internet. Sin embargo, este concepto no ha calado en los más pequeños. Según un estudio de Consum, el 45% de los jóvenes no reconoce el bullying si se produce en la red.
• Grooming: es el abuso sexual a niños tras haberse ganado la confianza del menor en las redes sociales. De ahí la importancia de controlar que no hablen con desconocidos ni suban fotografías íntimas o datos personales a las redes sociales.
• Hoax: bulo que se propaga de forma masiva en la red para hacer creer que algo falso es real.
• Phishing: adquirir información confidencial de forma fraudulenta. Afecta, sobre todo, a los datos y contraseñas de las tarjetas bancarias.
• Sexting: envío de contenidos de tipo sexual a otras personas por el móvil o el ordenador. Normalmente, lo crea el propio remitente.
• Keylogger: es un tipo de software que se utiliza para registrar las pulsaciones que se realizan en el teclado y que permite conocer contraseñas u otros datos personales.
0 a 2 años: No se recomienda el uso de ningún dispositivo móvil.
3 a 7 años: Uso de aplicaciones aptas para su edad (jugar, colorear, dibujar…), en dispositivos móviles. Siempre supervisados por los padres.
8 a 12 años: Acceso a Internet.
12-13 años: Adquisición del primer móvil, con control parental y límite horario.
14 años: Perfil en las redes sociales y cuenta de WhatsApp.
+15 años: Blogs y foros. Subir fotografías y vídeos.
Las nuevas generaciones han nacido con Internet y los dispositivos móviles. Los utilizan a diario en el colegio y en casa. De hecho, no hay nada perjudicial en este nuevo hábito, siempre y cuando se haga un uso responsable. Es más, iniciarse a una edad temprana en el mundo digital favorece el aprendizaje porque es más fácil la comunicación entre padres e hijos. Sin embargo, la adolescencia es una etapa más complicada, los jóvenes experimentan muchos cambios y se sienten más próximos a sus amigos que a sus padres. Por eso, es importante trabajar la cercanía, empatizar y comprender sus problemas para que confíen en ti.
En cualquier caso, iniciarse en las nuevas tecnologías y adquirir autonomía es un proceso escalonado que depende de la madurez del niño y de sus gustos e intereses, siempre dentro de unas variables razonables.