Propiedades del té matcha

Con un alto valor nutricional y unas propiedades antioxidantes impresionantes, el té matcha se ha convertido en una de las bebidas preferidas para todos aquellos a los que les gusta cuidarse. 

Es una bebida capaz de superar los beneficios del té y al mismo tiempo estimular tanto como el café. Aunque en Occidente es un recién llegado, en Japón es una bebida muy conocida que popularizaron los monjes Zen al consumirla durante sus largas jornadas de meditación.

El matcha es un té verde en polvo hecho de hojas de té molidas que cuenta con importantes beneficios. Tras un proceso especial de cultivo, recolección y secado, la hoja entera del té verde se muele para obtener un polvo fino de color verde intenso que multiplica los beneficios del té verde. Al infusionar el té que tomamos habitualmente, la mayoría de los nutrientes se quedan en las hojas de la planta mientras que al molerlo sus propiedades se mantienen y se ingieren en su totalidad. La única forma de aprovechar todo el potencial de vitaminas, minerales, antioxidantes y aminoácidos del té es consumir toda la hoja.

Un matcha de calidad se distingue por su color brillante y un aroma vegetal, fresco y dulce. Respecto a su sabor, puede que al principio nuestro paladar no lo reconozca, es el llamado quinto sabor o umami. En Japón, este polvo de té se utiliza también en repostería para elaborar dulces, batidos de leche, helados, púdines y otros postres occidentales.

Cómo preparar té matcha

La forma tradicional de prepararlo es batirlo en agua caliente usando un batidor de bambú aunque también podemos utilizar una batidora tradicional o un espumador de leche. El matcha suele presentarse en botes o frascos. Para una taza se calcula media cucharadita. Lo más importante a la hora de prepararlo es no añadir agua hirviendo. El agua se debe hervir y dejar reposar cinco minutos antes de agregar el té. Al ser polvo, no se disuelve del todo y suele quedar granulado a no ser que se bata.