Pepitos valencianos

Los pepitos valencianos son muy típicos en Pascua y disfrutar de ellos con familiares y amigos es toda una delicia. ¡No te pierdas nuestra receta!

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Pepito valenciano: qué es

Seguramente alguna vez os habréis pedido un pepito de ternera, es decir, esas dos rebanadas de pan francés con un buen filete de carne a la plancha en medio. Pues resulta que este tiene un familiar muy querido en toda la Comunidad Valenciana, aunque solo tienen en común el nombre.

Se le conoce como pepito, ximo o ximet, dependiendo de la zona o de la comarca, y su consumo más habitual es en Pascua debido a que no lleva carne. Eso sí, al ser un imprescindible para el almuerzo valenciano, se puede ver en cualquier época del año. El diminutivo de su nombre se debe a la proporción de su tamaño, un pequeño panecillo, pero todo tiene su motivo, y es que se presenta frito.

Puede que las torrijas sean una de las recetas más típicas de Semana Santa, pero, en las comarcas valencianas el bocadillo pepito se presenta como la merienda ideal por encima de los populares dulces pascueros.


Ingredientes de los pepitos

Una de las tantas virtudes de los pepitos es su versatilidad, ya que puedes rellenarlos de lo que más te apetezca. Puedes hacer tu versión del pepito de pollo, de ternera, con pimiento o sin pimiento, con huevo duro y hasta con aceitunas si quieres. Es cierto que la receta del pepito valenciano presenta la titaina como elemento principal, y es precisamente la ausencia de carne en la receta valenciana lo que hace que durante la Cuaresma sean consumidos más que en ninguna otra época del año. Pero no te preocupes, porque pueden encontrarse en cualquier otra fecha y son el bocado perfecto para cualquier hora del día debido a lo ricos que están. Se consumen generalmente en frío, dado que aguantan muy bien en la nevera o en un táper para poderlos llevar a cualquier parte.



Preparación de los pepitos valencianos

Ingredientes (para 6 pepitos):

  • 2 cebollas pochadas
  • 3 latas de atún en aceite de oliva
  • 2 huevos
  • 4 cucharadas de tomate frito
  • 1 c/s de sal
  • 1 c/s de pimienta negra
  • 6 panecillos
  • 500 ml de leche
  • 4 huevos para rebozar
  • Abundante aceite de oliva suave para freír

Elaboración:

1. Cocemos los huevos durante 10 minutos a fuego medio. Los dejamos enfriar rápido y los pelamos. Los picamos hasta que queden muy menudos. Mezclamos la cebolla pochada con el atún de lata, el tomate frito y el huevo duro y lo condimentamos al gusto. Este sería el momento de añadir, también, los piñones.

2. Con la ayuda de un cuchillo, abrimos los bollitos de pan tiernos por un lateral y quitamos la miga interior lo mejor posible. Con paciencia, rellenamos los panecillos con la mezcla de atún hasta que «exploten». Tienen que estar abundantemente rellenos. Cerramos el agujero con parte de la miga que habíamos sacado para que no quede nada de atún fuera.

3. Disponemos un plato hondo con abundante leche y otro plato con los huevos batidos. Sumergimos cada pepito en la leche, por todas las caras, hasta que veamos que el pan se empapa bien y se queda muy tierno. Entonces, lo pasamos también por el huevo, hasta que lo cubra por todas partes.

4. Freímos en abundante aceite bien caliente los pepitos. Les damos la vuelta para que se queden dorados de forma uniforme. Retiramos los pepitos con la ayuda de una espumadera a un plato con papel absorbente. Los podemos comer tanto fríos como calientes, ¡los pepitos rellenos están riquísimos de igual manera!