Primera depilación: todo lo que tienes que saber

¿Es tu primera depilación? ¡No te preocupes por nada! Te enseñamos las mejores técnicas y consejos para que puedas elegir la que más te gusta.

Salud y BELLEZA

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Aunque los adultos nos sometemos a diferentes técnicas de depilación, más o menos dolorosas, para eliminar el vello de nuestro cuerpo, en el caso de nuestros hijos es diferente y sentimos la necesidad de protegerles y buscar la mejor técnica que pueda ayudarles a pasar su primera depilación del mejor modo posible, con el fin de que el proceso no sea traumático ni doloroso. A continuación te descubrimos las diferentes técnicas depilatorias que existen en el mercado para que puedas decidir la que mejor se adapte a tu caso concreto. 


Cuándo se debe realizar la primera depilación 

Lo más habitual es que la preocupación por el vello se haga visible en la adolescencia, en torno a los 12 o 13 años. Por un lado, durante esta etapa es cuando aparece vello en áreas del cuerpo que antes no había, o bien se hace más visible en otras partes en las que antes era imperceptible. Por otro lado, es en esta etapa cuando el adolescente empieza a preocuparse más por su aspecto.

En algunos niños y niñas que todavía no han llegado a la pubertad, este cambio se produce antes debido a factores como la cantidad de vello o el tono de la piel. En estos casos hay soluciones menos drásticas que una primera depilación, como por ejemplo aplicar crema decolorante. Esta puede ser un primer paso para ocultar ese vello algo más oscuro, ya que, mediante una decoloración química, este se vuelve rubio y apenas imperceptible a la vista.

Técnicas para realizar la primera depilación

Hoy en día existen distintos métodos para realizar una primera depilación, ¡toma nota de ellos! 

Métodos de depilación tradicionales

Rasurado o afeitado con maquinilla desechable

  • Pros: es un método para una primera depilación muy rápido e indoloro. 
  • Contras: tiene una baja eficacia porque el vello sale a los pocos días y de forma más fuerte, ya que no se elimina de raíz. Además, puede provocar irritaciones o infecciones cutáneas si no se exfolia la piel o se realiza de forma adecuada. 

Crema depilatoria

  • Pros: elimina el vello rápidamente de forma superficial y de forma indolora. 
  • Contras: tiene una baja eficacia porque el vello sale a los pocos días y de forma más fuerte, ya que no se elimina de raíz. Además, puede provocar irritaciones cutáneas si no se siguen las instrucciones del fabricante. 

Bandas depilatorias de ceracera tibia o cera caliente

  • Pros: eliminan el vello de raíz, por lo que tarda más en salir. 
  • Contras: se trata de un método efectivo, pero algo doloroso, sobre todo la cera fría, por lo que se recomienda seguir las instrucciones del fabricante correctamente, o bien acudir a un profesional de estética.

Maquinillas eléctricas

  • Pros: los cabezales de la máquina eliminan el vello de raíz, por eso tarda más en salir.
  • Contras: se trata de un método bastante doloroso, que puede llegar a irritar la piel.


Métodos de depilación definitivos

Los métodos de depilación definitivos como el láser o la fotodepilación son los más efectivos a largo plazo, ya que después de unas sesiones el vello desaparece por completo. En el caso de la primera depilación, estos tipos de métodos no son los más recomendables porque durante la pubertad existe una inestabilidad hormonal y, hasta que esta no se asienta, los resultados no son definitivos. 


Cuestiones a tener en cuenta en la primera depilación

  1. A la hora de someterse a una primera depilación, debemos dejar constancia al adolescente de que, en algunas zonas concretas, el vello cumple una función fundamental, la de protección, por lo que eliminarlo puede ser perjudicial para la salud.
  2. Tras la primera depilación, el cuidado de la piel juega un papel fundamental, de manera que, una vez depilada, es importante calmar la piel con aloe vera y más adelante con body milk para que no se reseque.
  3. Como conclusión, lo más importante es inculcar al adolescente que una persona debe de hacer las cosas por sentirse bien consigo misma y no por encajar en la sociedad o por la temida “presión de grupo”.