Tipos de cítricos: sácales el máximo a tu menú
Conoce los diferentes tipos de cítricos y descubre cómo puedes elaborar tu menú añadiendo sabores ácidos de las naranjas, limones y pomelos.
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El consumo de cítricos aporta muchos beneficios al organismo, pero solemos consumirlos casi siempre en crudo. Proponte ir más allá de la naranja con canela o el sorbete de limón, e introduce de forma original los cítricos en tus menús.
Principales tipos de cítricos y aplicación en la cocina
Naranjas, mandarinas, limones y pomelos son los grandes reyes de ésta temporada. Pescados, carnes y mariscos se rinden a sus beneficios gastronómicos y nutricionales. Cargados de vitaminas y minerales, bajos en calorías, ricos en agua y fibra, ayudan a evitar la oxidación y facilitan la absorción de otros nutrientes, como, por ejemplo, el hierro. Preservan la salud cardiovascular a través de diferentes mecanismos biológicos, gracias a la combinación de flavonoides (naringenina, hesperidina o limoneno), vitamina C y folatos.
La piel y su zumo llenan de sensaciones los platos, ofreciendo combinaciones variadas y deliciosas. Potencian los sabores en preparaciones sencillas con verduras, ya sea en guarniciones o platos principales; refuerzan y agregan un toque ácido en algunos casos que resulta muy favorecedor. Por ejemplo, con calabacines, con champiñones o judías verdes hacen una perfecta combinación.
También son protagonistas en vinagretas, salsas y marinados. La lima y el limón estimulan las papilas gustativas de cualquier comensal, sin olvidar que participan como ingredientes de lujo en bebidas y algunos postres. Verdes o amarillos, de todos los tamaños posibles y de un perfume único, cortados en pedacitos, utilizando solo su piel o en rodajas seducen al paladar en un solo bocado.
Los cítricos son uno de esos tesoros gastronómicos que dan muchísimo juego. Son perfumados y refrescantes, para aprovecharlos mejor, nada como triturarlos enteros, sacando partido de su pulpa.
Cítricos en el menú
- Limón: es el cítrico más ácido y de los más usados en la cocina. Muchas veces se usa para sustituir el aceite o el vinagre en los aliños de las ensaladas. También sirve para realzar el sabor de los platos de pescado. Además, su zumo evita la oxidación de otros alimentos.
- Naranja y mandarina: además de usarlas para zumos en desayunos o meriendas, estos cítricos pueden dar mucho juego en la cocina. Son ideales para añadirlas en ensaladas, como un ingrediente más, servirlas combinadas con otras frutas o con chocolate, para preparar brochetas de postre y mil combinaciones más.
- Pomelo: similar a la naranja o la mandarina, pero con un sabor más fuerte, se utiliza mucho para salsas de acompañamiento o vinagretas, así como para aderezar pescados y en la elaboración de postres.
- ¿Y las cáscaras? Aquí no se tira nada, podemos utilizar las cáscaras de los cítricos, sobre todo naranja y limón, para aromatizar postres. También suelen utilizarse para dar aroma a cualquier tipo de bebida.
Judías verdes con pomelo y frutos secos
Ingredientes (4 personas)
- 450 g de judías verdes redondas
- 150 g de pomelo rosa
- 40 g de aceite de oliva virgen extra
- 10 g de avellanas
- 10 g de hierbas frescas (eneldo, perejil, cebollino...)
- 5 g piñones
- 1 g de pimienta negra molida
- 1 cebollita francesa
- 3 dientes de ajo
- 3 nueces
- Sal
Preparación
1. Pela los dientes de ajo y la cebollita. Coloca en una cazuela con abundante agua y una pizca de sal, cuando estén tiernos, después de unos 10 minutos, escurre bien reservando el agua. Distribuye en un mortero o triturador de cocina junto con las nueces, una cucharada de aceite de oliva, las hierbas aromáticas y la pimienta negra. Tritura hasta conseguir una pasta.
2. Aparte, cuece las judías verdes previamente lavadas en el agua reservada, dejándolas al dente, apenas un par de minutos. Escurre y coloca en una fuente. Pela bien el pomelo retirando todas las partes blancas, procurando no perder demasiados jugos. Trocea y añade a las judías.
3. Tuesta ligeramente las avellanas y los piñones en una sartén sin aceite. Añádelos a las judías. Incorpora la pasta reservada, el resto del aceite de oliva y salpimenta al gusto. Mezcla todo bien.
Energía
213 Kcal
Proteínas
4.6 g
Grasas
18 g
Azúcares
5 g
HDC
8.4 g
SAT
2.4 g
MONO
9.5 g
POLI
5.4 g
Colesterol
0g
Fibra
4.2 g
Solomillo de pavo en salsa de naranjas y mostaza
Ingredientes (2 personas)
- 240 g de solomillo de pavo
- 150 g de naranja de zumo
- 120 g de cebolla morada
- 40 g de aceite de oliva virgen extra
- 30 g de mermelada de naranja amarga o 1 naranja pequeña pelada triturada
- 15 g de mostaza de Dijon
- 10 g de azúcar moreno
- 5 g de tomillo seco o fresco
- 240 ml de caldo de pollo o verduras casero
- 60 ml de vino tinto
- Pimienta negra molida
- Sal
Preparación
1. Trocea el solomillo de pavo en piezas de un bocado. Calienta una cucharada sopera de aceite en una sartén amplia y dora el pavo unos minutos. Salpimenta ligeramente, retira y reserva. Pica bien la cebolla morada y pocha en la misma sartén. Añade el zumo y la ralladura de la naranja, la mermelada de naranja amarga, la mostaza y el azúcar moreno. Deja cocer unos 5-8 minutos a fuego medio. Reincorpora el pavo a la sartén, sube el fuego y riega con el vino.
2. Añade el caldo, baja la temperatura y deja cocer unos 20-30 minutos tapado, vigilando el nivel de líquido. La carne debe estar tierna y la salsa espesa. Si fuera necesario, destapa para los últimos minutos. Salpimenta y añade un poco de tomillo al final de la cocción.
Energía
305 Kcal
Proteínas
27.3 g
Grasas
11 g
Azúcares
17g
HDC
17 g
SAT
2 g
MONO
7.4 g
POLI
1.34 g
Colesterol
54 g
Fibra
1.54
Natillas de mandarina y jengibre
Ingredientes (2 personas)
- 600 ml de leche desnatada
- 200 ml de zumo de mandarina
- 24 g de almidón de maíz
- 20 g de azúcar
- 20 g de jengibre
- 4 yemas de huevo
- piel rallada de 2 mandarinas
Preparación
1. Lava bien las mandarinas, ralla la piel y después haz el zumo. Pela el jengibre y pon los tres elementos en un cazo, zumo, piel y jengibre. Añade la leche, reserva un poco para disolver el almidón de maíz y pon el cazo a calentar a temperatura media-alta. Cuando la leche rompa a hervir, retírala del fuego, tápala y deja un par de minutos para que infusione el jengibre, después retíralo.
2. Vierte en un cuenco las yemas de huevo y añade el azúcar, bate con las varillas hasta que se integre, sin llegar a espumar. Añade a las yemas el almidón disuelto en leche y mezcla bien. Vierte el preparado de las yemas de huevo al cazo de la leche.
3. Cuece a fuego lento sin dejar de mover con las varillas o con la cuchara de madera (no debe hervir en ningún momento), hasta que la elaboración espese un poco, cuando se enfríe espesará más.
4. Vierte las natillas en copas de postre y deja enfriar a temperatura ambiente. Una vez frías, puedes reservarlas en el frigorífico tapadas con film transparente.
Energía
180 Kcal
Proteínas
9 g
Grasas
6.25 g
Azúcares
17.23 g
HDC
22.14 g
SAT
1.7 g
MONO
2 g
POLI
1 g
Colesterol
204 g
Fibra
0.23 g