Leche merengada: receta casera
La leche merengada es un postre delicioso y muy sencillo de preparar. Te traemos la receta casera de la leche merengada para que puedas disfrutarla en casa como si estuvieras en la mejor heladería.
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Ahora que cada vez las temperaturas son más agradables y los días más largos, apetece tomar algo fresquito. La leche merengada es una bebida deliciosa, sana y refrescante, que gusta a grandes y pequeños.
Es una bebida típica de la gastronomía española a base de leche y clara de huevo, que se endulza con azúcar y se aromatiza con canela. Se prepara en heladerías y horchaterías de toda la geografía española.
Parece que su origen hay que buscarlo en Valencia. La leche merengada se prepara desde hace siglos. De hecho, los árabes ya condimentaban sus platos con canela, cítricos y miel. Era una de las bebidas más populares en los cafés de Madrid a finales del siglo XVIII y comienzos del XIX, y se menciona en la novela Fortunata y Jacinta de Benito Pérez Galdós.
La leche merengada se sirve muy fría, casi congelada. Su nombre se debe precisamente a que la preparación incluye un merengue que se mezcla con la leche para dar lugar a una textura esponjosa y muy característica. También la podemos encontrar en helado, batido, sorbete o incluso natural. Este tipo de leche es muy polifacética. Podemos tomarla como postre, para merendar o simplemente para calmar la sed en un día de calor.
La leche nos asegura un aporte importante de proteínas de calidad, calcio, hidratos de carbono y grasa mientras que las claras de huevo son una buena fuente de proteínas de alto valor biológico ya que contienen todos los aminoácidos esenciales necesarios para el buen funcionamiento del organismo.
Su sabor nos recuerda a la infancia, porque ¿quién no ha tomado de niño un vaso de leche merengada?
Receta de Leche Merengada
Ingredientes
- 500 ml de leche
- La piel de un limón
- 1 palo de canela
- 75 g de azúcar (5 cucharadas)
- 2 claras de huevo
- Canela en polvo
Preparación de leche merengada
1. Ponemos la leche en un cazo a fuego medio con el azúcar, la rama de canela y la piel del limón (debemos intentar coger solo la parte amarilla ya que la blanca amarga).
2. Antes de que arranque a hervir, apartar el cazo del fuego y dejar que infusione y se temple al menos 15 minutos.
3. Colar la leche y enfriarla en la nevera. Una vez completamente fría, la congelamos. Para conseguir la textura, cuando empiece a cristalizar, la pasaremos por la batidora y repetiremos el proceso al menos dos veces más con un intervalo de unas dos horas.
4. Montamos las claras a punto de nieve. Una vez montadas, les añadimos dos cucharadas de azúcar.
5. Añadimos las claras al granizado de la leche y espolvoreamos con canela. Servir inmediatamente.
Consejos para elaborar leche merengada casera
- La cantidad de azúcar se puede aumentar o reducir al gusto, según la prefiramos más o menos dulce.
- Si eres intolerante a la lactosa, puedes prepararla con leche de vaca sin lactosa y si prefieres aligerarla un poco, reduce las cantidades de azúcar y prepárala con leche semidesnatada.
- Podemos darle un toque diferente a la receta añadiendo a la leche unas gotas de café, o cambiar la canela y el limón por otros naranja y clavo o cardamomo y jengibre.
- Para montar las claras y que nos queden perfectas, estas han de estar a temperatura ambiente.