Sopa de ajo: receta tradicional
Conoce cuáles son los ingredientes de la sopa de ajo según la receta tradicional: castellana, vasca, extremeña o riojana, descubre cómo prepararla de forma fácil.
Hoy comemos
Comparte
La sopa de ajo o castellana es la receta de aprovechamiento, por excelencia, de nuestra gastronomía. Un plato reconfortante y sabroso, nacido de la cocina más humilde, en el que solo se necesitan pan, agua o caldo, ajos, laurel, pimentón y unos huevos. Eso sí, como buen plato tradicional, está sometido a multitud de variantes dependiendo de la zona geográfica en la que se haga, del gusto del cocinero y de la economía familiar.
Se sirve muy caliente y, a poder ser, en cazuelitas individuales. En cada casa tiene un sabor característico, ya que, hay quien la hace con agua y hay quien la hace con caldo que va desde el resto de un caldo de cocido, a un caldo más ligero de pollo o más consistentes de cerdo o jamón.
Cómo hacer sopa de ajo
La receta es sencilla, rápida y apta para cocineros inexpertos. La clave, rehogar bien los ajos a fuego lento y freír bien el pan en el mismo aceite. A partir de ahí, se pueden hacer tantas variaciones como la imaginación nos dé.
Principales ingredientes para la sopa de ajo (para 4 personas)
- 3 o 4 dientes de ajo
- 4 huevos
- 150 g de pan
- 1 cucharada de pimentón dulce
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Agua o caldo
- 1 trozo de chorizo o jamón (opcional)
Elaboración:
1. Cortamos los ajos en láminas y los doramos en el aceite. Una vez empiecen a coger color, los reservamos.
2. En el mismo aceite, freímos el pan cortado en rodajas o en tiras, según nos guste más. Cuando esté frito y crujiente, añadimos (si se quiere) el jamón o chorizo cortado a tacos y rehogamos un par de minutos. Luego, añadimos los ajos reservados.
3. Acto seguido, incorporamos el pimentón dulce y removemos muy bien para que no se queme.
4. Regamos el sofrito con el agua o caldo que, previamente, habremos mantenido caliente y dejamos hervir unos 10 minutos.
5. Corregimos el punto de sal y, en los últimos minutos de cocción, añadimos un huevo por comensal. Cuando la clara esté cuajada, lo que suele tardar unos 3 minutos, la sopa estará lista. Servimos en cuencos individuales o cazuelitas de barro y lista para comer.
¿Suena bien no? ¡pues sabe todavía mejor!